Delort alega que todos los coches patrulla llevan chalecos válidos para la protección
Barcelona, 24 abr (EFE).- El exsecretario de Seguridad de Interior Joan Delort, que hoy ha declarado en el juicio por el tiroteo a dos agentes de los Mossos d’Esquadra, ha alegado que todos los coches patrulla deben llevar chalecos de protección exterior, que cree que son válidos para que los agentes estén protegidos.
Delort ha comparecido hoy como testigo en el juicio que se celebra en la sección séptima de la Audiencia por el tiroteo que sufrieron dos mossos d’esquadra durante una persecución en un burdel de Barcelona, en un caso que ha puesto en duda la dotación que se facilita a los agentes para trabajar con seguridad.
Los dos agentes heridos en el tiroteo -uno de los cuales aún tiene 53 perdigones en su cuerpo y el otro 6-, denunciaron ayer que estos chalecos no siempre están en los coches y advirtieron que no son aptos para actuar porque pesan cinco veces más que los que se adaptan al pecho, aunque éstos se los tienen que costear los propios agentes.
En su declaración como testigo, Delort, actualmente gerente de seguridad en el Ayuntamiento de Barcelona, ha señalado que los coches patrulla de los Mossos tienen la obligación de llevar los chalecos de protección exterior y que, por lo que recuerda, Interior dispone de entre 4.000 y 5.000 unidades.
Al ser preguntado por la acusación particular por si estos chalecos exteriores son válidos para actuaciones de riesgo como una persecución, Delort ha respondido que son chalecos protectores que garantizan que los gentes estén protegidos. No obstante, ha admitido que desconocía cuánto pesan.
Delort, que era responsable de seguridad de la conselleria de Interior cuando ocurrieron los hechos -el 25 de febrero de 2010-, ha argumentado que tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil disponen del mismo sistema de chalecos y que si algún agente quiere un chaleco interno se lo tiene que pagar de su bolsillo porque no figura en la equipación oficial.
En el juicio también han sido interrogados hoy como testigos varios responsables sindicales responsables de riesgos laborales, que han denunciado que desde hace años reclaman que Interior sufrague totalmente o una parte de los chalecos antibalas interiores, porque consideran que son los más ágiles y seguros para actuar.
En el juicio, que hoy ha quedado visto para sentencia, la fiscalía pide 21 años de prisión para Ovidiu B. y Dragos E.H., dos ciudadanos rumanos por intentar asesinar a los dos agentes al tirotearles cuando huían del burdel de Barcelona, al que entraron a robar haciéndose pasar por policías.
El tiroteo, ocurrido la noche del 25 de febrero de 2010, dejó malheridos a los dos agentes, hasta el punto de que uno de ellos aún tiene 53 perdigones en el interior de su cuerpo y a su compañero no se le han podido sacar todavía seis perdigonazos.
En el juicio, la acusación particular que representa a los dos agentes pide que se indemnice al mosso que recibió 53 perdigonazos con un millón de euros y a su compañero con medio millón, dinero que en última instancia tendría que satisfacer la Generalitat como responsable civil porque Interior no proporcionó a los agentes ni la formación ni la dotación necesaria para garantizar al máximo su seguridad en operaciones de riesgo como la de aquel día.
En la sesión de hoy también había sido citado como testigo el comisario de planificación de los Mossos d’Esquadra, Emili Quevedo, aunque finalmente no ha testificado porque las partes han renunciado a su interrogatorio.
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